No podemos olvidarlo, comer de temporada es un beneficio para la salud y también para el bolsillo. Vamos a ello:
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A finales de marzo toca despedirse de productos típicamente invernales como la alcachofa, el apio, la col lombarda, las endivias, los guisantes o las habas, las acelgas, la berenjena, el brócoli, coliflor, espinacas o judías verdes. Es el mejor momento para los puerros, los pimientos, los calabacines y los tomates. Y por supuesto, seguimos con alimentos que no tienen temporada: ajos, lechugas, rábanos y remolacha. Lo que aparecen de nuevas en la huerta son las cebolletas, la patata nueva y los espárragos trigueros.
