Qué hacer si se te rompe un diente. 4 pasos
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Esperamos que nunca te pase, pero los accidentes suceden y no siempre se pueden prevenir o evitar. Una pieza rota suele ser dolorosa, puede sangrar, dejar una herida abierta en la boca… Es decir, que el accidente puede ser un tanto aparatoso. Por eso, es muy importante mantener la calma y seguir estos pasos:
1| Recoger la pieza. Lo primero que deberíamos hacer es recoger los trozos que se hayan desprendido (si es que han llegado a caerse), pues normalmente es posible volver a pegarlos y salvar la pieza. Conviene lavarlos (sin frotar) y conservarlos en leche, agua, o debajo de la lengua.
2 | Limpiar la herida. Respecto a la herida que pueden dejar, deberíamos lavarla con agua con sal o suero fisiológico para prevenir una infección. Si está sangrando, podemos detener la hemorragia con gasa, y si duele podemos tomar analgésicos o aplicar hielo para reducir la sensibilidad.
3 | No comer nada. Es recomendable no comer nada, o, si es inevitable, consumir alimentos blandos y no masticar con el diente roto. Si temes que los bordes afilados de la pieza te hagan heridas en la boca, puedes poner cera dental o chicle sin azúcar para evitarlo.
4| Acudir a un profesional. El siguiente paso es acudir a tu odontólogo. Valorará el caso concreto y decidirá qué medidas tomar. Si la pieza se ha caído entera, se puede reimplantar mientras no haya transcurrido demasiado tiempo; si la fractura ha llegado a la dentina habrá que hacer una endodoncia; y generalmente los pedazos rotos se pueden pegar o reconstruir con composite.
También puede suceder que hayan aparecido grietas o fracturas en la pieza que no sean visibles. En ese caso, sabremos que efectivamente el diente está dañado si:
- Sentimos dolor al morder, pero desaparece enseguida.
- El dolor va y viene.
- Es sensible al calor y/o al frío, a los alimentos ácidos, al dulce…
Si sentimos alguna molestia, intuyamos a qué se debe o no, debemos ir al dentista lo antes posible, porque lo normal es no tener ningún dolor ni ninguna sensación extraña. Cuando éstos aparecen significa que algo va mal.
Cada caso es distinto, pero, sea cual sea el tuyo, no te preocupes: hay solución para todo. Ponte en manos del especialista y confía en su trabajo.
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