Salud dental: Consejos para niños
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La semana pasada hacíamos un repaso acerca de la salud bucodental en la edad adulta y veíamos que ésta es vital para afrontar la vejez sin problemas. Hoy nos centramos en los niños y os damos algunos consejos, ya que en este caso la educación y la prevención son dos conceptos clave.
Educación: evitar las enfermedades bucodentales en los niños pasa por el conocimiento de los padres de la importancia de evitar éstas enfermedades.
Prevención: debe iniciarse en la etapa materno infantil. La caries, que es de las enfermedades más frecuentes en nuestro medio después de las enfermedades periodontales, se contagia en los primeros cuatro meses de vida.
La Caries: es una enfermedad infectocontagiosa que se desarrolla por un desequilibrio entre la higiene bucodental, la dieta, las defensas del paciente y otros factores. Por ello la higiene bucal correcta y una dieta equilibrada son fundamentales para su prevención.
Higiene dental: los padres tienen que limpiar los dientes a los niños y conseguir que estos momentos del día sean motivo de juego. Cuando el niño tenga dos años debe empezar él sólo a cepillarse y los padres verificaran después que están bien limpios, en el caso que no sea así se los limpiaran ellos después y les reinstruiran en la técnica correcta. Será necesario continuar con esta pauta hasta los seis años. Luego será suficiente con revisar la técnica.
Hábitos nocivos: el consumo de dulces, el chupete, el dedo, los biberones con o sin azúcar que se dan por la noche son fuente de problemas dentales. El consumo de dulces debe ser algo anecdótico en la dieta de un niño y nunca más de dos ingestas a la semana. EL chupete habrá que quitárselo no más allá de los 12 meses. Por lo que respecta a chuparse el dedo, se pueden utilizar productos para poner en el dedo, pero difícilmente se resolverán hasta que el niño madure y entienda cuál es el problema. Después de una comida y especialmente por la noche debe siempre y sin excusa limpiarse los dientes. Si fuera necesario darle un biberón para que se duerma el niño sólo contendrá agua.
Dentífrico: siempre con flúor porque favorece la maduración posteruptiva del esmalte, aumenta la resistencia a la desmineralización, refuerza el proceso de remineralización y disminuye el potencial cariogénico de la placa dental. A ser posible utilizar pasta dentífrica infantil, porque tiene un sabor adaptado a los gustos de los niños y facilita que el niño quiera limpiarse los dientes.
Cepillo de dientes: con un cabezal y un mango adaptado a la boca y a la mano del niño.
Frecuencia de visitas: deben ser regulares y programadas en función del riesgo de enfermedad del niño. El objetivo es evitar el desarrollo de la enfermedad.
Avulsión de un diente: la tranquilidad de los adultos lo primero, luego tranquilizar al niño. Coger el diente y meterlo en la saliva del niño ( en la boca o en un recipiente). Ir a la clínica dental rápidamente ya que el tiempo juega en contra. Si en 20 minutos se reimplanta el diente es muy posible conservarlo.
Rotura parcial de un diente: tranquilidad de los adultos lo primero, luego tranquilizar al niño. Ir a la clínica dental para comprobar el alcance de la fractura, evitar dolor e infección y restaurar el aspecto del diente.
Publicado en Bienestar Dental | 1 Respuesta
Hola la verdad muy interesante el artículo, ademas la importancia que tiene la concurrencia de los niños al dentista y que hoy en día este la odontopediatria como especialización en ellos